Acerca de mí
Soy Anna Sorton, soy coach personal y estoy formada en coaching ontológico y sistémico. Mi trabajo como life coach es acompañar a personas que desean alcanzar un sueño o una meta y que por distintas razones aún no lo han conseguido. La confianza es fundamental en un proceso de coaching, por eso permíteme contarte mi historia y cuál es mi formación.
Mi trayectoria profesional antes de ser coach no pasa por el mundo del autoconocimiento. Mi profesión inicial es azafata de vuelo y durante más de 20 años he volado por todo el mundo. Además, durante los últimos 6 años he formado parte del departamento de CRM para dar formación, tanto en mi empresa como en otras empresas de aviación sobre factores humanos.
CRM significa Complete Ressource Management, y en aviación es una herramienta usada para aumentar la seguridad en los vuelos. Para entenderlo mejor, CRM es la gestión de los recursos de toda la tripulación para la reducción de los accidentes aéreos, reconociendo y reduciendo el error humano y aumentando la efectividad de las tripulaciones.
Mi periodo como instructora de CRM me adentró en el mundo del autoconocimiento, de la autogestión y del crecimiento personal. Durante este periodo empecé a entender el comportamiento humano y lo necesario que es conocerse, preguntar, confrontar y reflexionar sobre uno mismo.
Aprovechando mi experiencia en el departamento de CRM quise ampliar mis conocimientos en los factores humanos y decidí formarme como coach para estar al servicio de otras personas y poder dedicarme a ello de manera profesional.
Mi vivencia como alumna me hizo pasar por un proceso de coaching para conocerme mejor y así poder sentir de manera personal lo que van a vivir mis clientes. Me di cuenta que no me conocía tanto como pensaba y que había aspectos de mí con los cuales nunca había conectado: por miedo o simple desconocimiento.
El coaching es un viaje con muchas curvas, subidas y bajadas. Es un proceso interior para re-conocerte y para ello se necesita voluntad, compromiso y movimiento. Sin voluntad ni compromiso no hay movimiento. Sin movimiento no hay cambio. Y sin cambio no hay crecimiento.
